Donde nadie mira (a un amigo)


Os lo aseguro, amigos, lo intenté. Él se marchó lejos mientras yo aparentaba ser piedra, pero estos dolores que llegan con la marea no me preocupan, en cambio ahora el recuerdo de su voz logra desenfocar mi mirada, y oprimiendo todo este aire solo me resta resollar y llenar todas mis circunstancias de tristeza. Sí, volverá, lo sé, pero cómo pretendéis que combata contra un hueco. ¿Acaso no rompería los huesos y lo músculos de su ausencia si tuviera algo palpable?Sólo me queda seguir soplando desde la palma de mis manos deseo tras deseo esperando su regreso, y cuando él vuelva se adelantará mi maldito orgullo a recibirlo con un escueto ‘Me alegro de verte’ mientras muy adentro, donde nadie mira, un trocito de mi alma volverá a sonreír.